Un día, fui a comer a un restaurante, me senté en una mesa que estaba cerca de la cocina y ahí pude escuchar a un cocinero; había convocado a la codorniz, al faisán, al gallo, al cerdo, etc.
Y reunidos, el cocinero anunció:
«Los he reunido aquí para pedirles por favor que voten con qué salsa quieren que los cocine»;
Los animalitos se vieron entre ellos angustiados, y del fondo una gallina, una gallina valiente, levantó una de las alas e intervino:
«Perdón -dijo- yo no quiero ser cocinada».
El cocinero demócrata, sobresaltado y autoritario respondió:
«¡Eso, bajo ninguna circunstancia está en tela de discusión, si los he convocado aquí es únicamente para que voten con qué salsa quieren ser cocinados!»
Y así, nuestros gobernantes cada día de elecciones, nos convocan a votar y nos dicen lo mismo:
«Y tú, ¿con qué salsa quieres ser cocinado?»


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